

Los radiadores pueden representar la peor pesadilla al inicio de la temporada invernal porque hay que limpiarlos a fondo antes de encenderlos, de lo contrario se verá comprometido su correcto funcionamiento.
Pero cuando tenemos que apagarlos definitivamente con la llegada del calor, ¿cuál es la mejor forma de dejarlos en buen estado ?
Bueno, ciertamente que un experto revise el estado puede ser útil, pero proceder a una buena limpieza a fondo también es una gran ventaja para que la próxima vez no tengas que preocuparte por eso.
¡Pues hoy veremos juntos el método a seguir para limpiar los radiadores antes de apagarlos!
Antes de comenzar
Antes de comenzar con los remedios específicos, conviene tomar algunas precauciones, especialmente en lo que respecta a la limpieza interna del radiador.
En primer lugar, asegúrese de que el radiador esté bien apagado y frío , luego coloque una palangana debajo de la válvula para desenroscar o unos paños.
En este punto, utiliza un destornillador o una herramienta especial para desenroscar la válvula y dejar salir el agua negra, que es la más sucia, luego volver a cerrarla.
¡Atención! Te recuerdo que en el caso de la limpieza interna no debes dejar gotear toda el agua, sino sólo la más sucia. Si no estás familiarizado con este proceso, confía en alguien que tenga más experiencia.
Una vez realizado este paso, tira el agua y pasa a la limpieza externa.
Adiós sucio
Ha llegado el momento de decir adiós a la suciedad y para ello primero debes entender de qué material está hecho el radiador.
De hecho, existen remedios específicos que se pueden utilizar en función de su composición para estar siempre seguros de no dañarlos.
Radiadores de hierro fundido
Empecemos por los radiadores de hierro fundido , que son más delicados y raros que los demás.
Para renovarlos y hacer una limpieza a fondo, coloca una palangana en la base del radiador , luego llena una jarra con agua caliente y vierte en su interior 1 cucharada de jabón de Marsella y 1 cucharada de bicarbonato de sodio .
Echa el agua en las ranuras del radiador que son uno de los lugares favoritos del polvo y mueve el lavabo sobre la marcha junto con la jarra para que no caiga al suelo.
Ahora escurre un paño de microfibra, pásalo por las grietas y limpia también los laterales y cara exterior del radiador.
¡Asegúrate de que esté seco y listo!
Radiadores de aluminio y metal.
Pasemos ahora a los radiadores de aluminio y metal , ¡que son más resistentes y están más extendidos!
Estos pueden acumular suciedad y tienen ranuras más estrechas a diferencia de los de hierro fundido , por lo que hay que tener cuidado de quitar el polvo a fondo.
¡El truco que utilizaremos, por tanto, serán paños recogepolvo o toallitas empapadas!
Debes tomar el extremo de la toalla o paño , hacer un nudo y dejar que entre en la grieta comenzando desde arriba, en este punto jala la tela hacia abajo a lo largo de toda la grieta.
Verás que se ensuciará en poco tiempo, sobre todo si hace tiempo que no se hace este proceso, así que cambia el paño o toalla cuando sea necesario.
Ahora pasa a limpiar los lados y el frente empapando un paño con agua caliente y alcohol blanco, vinagre o jugo de limón.
Si hay suciedad rebelde, proceder primero con una esponja y luego secar con el paño.
Cobertura
Un último consejo que te doy para no tener que esforzarte demasiado la próxima vez que uses los radiadores es ¡ utilizar una funda!
Hay quienes colocan estructuras enteras de madera que rodean todo el radiador y lo mantienen alejado de insectos y polvo durante todos los meses de inactividad.
Alternativamente puedes cubrir con una funda de plástico , aluminio o con algo que tenga un estampado y que además embellezca el ambiente.
En definitiva, sea cual sea la solución, ¡cubrir los radiadores representa una gran ventaja!
Advertencias
Te recuerdo que revises periódicamente el estado de tus radiadores para asegurarte de que están en pleno funcionamiento.
Prueba también primero los remedios indicados para