Aire acondicionado casero: ¡enfría tu casa por sólo 2 euros y 50 céntimos!

Si quieres disfrutar de una casa fresca y, al mismo tiempo, ahorrar dinero, la solución es fabricar tu propio aire acondicionado.

Agosto suele ser sinónimo de calor. Aunque vaya a terminar dentro de unos días, las altas temperaturas siguen presentes. Por eso todo el mundo busca la mejor manera de combatir las altas temperaturas y ahorrar dinero al mismo tiempo.

Poner el aire acondicionado a tope puede tener un impacto negativo en el consumo de energía.

Así que la solución definitiva para mantener la casa fresca sin salirse del presupuesto es fabricar un aparato de aire acondicionado de bricolaje. Es la forma más fácil de satisfacer ambas necesidades.

¿Cómo se construye un aire acondicionado casero?

Para mantener tu casa fresca, puedes construir un aire acondicionado casero. Para ello, necesitas estos 4 elementos: un ventilador, una caja de poliestireno con tapa, dos botellas de agua y una manguera de aspiradora.

Empieza haciendo dos agujeros del mismo tamaño en el extremo de la manguera de la aspiradora, en los lados opuestos de la tapa de la caja, a lo largo. A continuación, córtala en dos partes iguales.

A continuación, corta los cuellos de los dos botes y haz dos agujeros pequeños en cada uno de los cuellos, en lados opuestos. A continuación, une la parte más estrecha de los dos cuellos a uno de los dos extremos de las dos partes del tubo con cinta adhesiva.

Introduce los otros dos extremos en los agujeros que has hecho en la tapa de la caja de poliestireno. Por último, sujeta los cuellos de las dos botellas al ventilador con clips: uno a la rejilla y el otro a la parte trasera.

Una casa fresca con un coste mínimo: ¡sí, es posible!

Una vez que hayas construido tu aire acondicionado DIY, ahora tienes que ponerlo en marcha, y para ello necesitarás mucho hielo. Coge la caja de poliestireno y llénala de hielo. Luego ciérrala con la tapa. Cuando se ponga en marcha el ventilador, el frío pasará por el tubo y el frescor se extenderá por toda la habitación.

Ya ves que con unos sencillos elementos, puedes tener un aire acondicionado casero que no cuesta mucho dinero. Así habrás resuelto dos problemas: combatir el calor y limitar el aumento de la factura de la luz.