legrías y penas de limpiar cristales . Más dolor que alegría, para ser honesto. A veces te esfuerzas mucho, los frotas bien, estás muy seguro de haber usado el producto adecuado y al final el cristal tiene más rayas que antes. Eso sí, seguro que a estas alturas, después de horas de frotar y volver a frotar, estarán limpios. Pero con esos halos siempre parece que están sucios. Bueno, la próxima vez, en lugar de comprar costosos productos químicos de supermercado, ¿por qué no intentar utilizar un viejo remedio de nuestras abuelas? De hecho, basta con añadir un poco de talco al agua de lavado y verás los resultados.
¿Cómo nos ayuda el talco a limpiar los cristales?
Seguro que el polvo de talco no es lo primero que nos viene a la cabeza cuando tenemos que lavar cristales. Quizás lo usamos para quitar manchas de ropa manchada con sustancias oleosas, lo usamos para eliminar malos olores, ¿pero para limpiar cristales?
Pues sí, seguro que nuestras abuelas utilizaban este sistema. Todo lo que tienes que hacer es conseguir talco para bebés, agua, un bol, un embudo, un atomizador y un paño de algodón.
En primer lugar, coge el bol y vierte en él 700 ml de agua fría y dos cucharadas grandes de talco . Mezclar todo bien para que desaparezcan todos los grumos y, en este punto, utilizar el embudo para verter la solución así obtenida en el atomizador .
Agite bien el atomizador y rocíe la solución sobre las ventanas , luego séquelas con un paño de algodón limpio y seco. Si las ventanas están muy, muy sucias, puedes agregar un paso adicional. Moja el paño de algodón en la solución y pásalo por todo el vaso, incluso varias veces.
Y eso es todo: el talco te habrá ayudado a lavar los cristales sin dejar ondas de molestas rayas.
Y si no tienes talco en casa, otros remedios caseros para limpiar las ventanas y hacerlas brillar incluyen el uso de ácido cítrico , vinagre o incluso simplemente papel de periódico.