¿Has oído alguna vez que abrir un paraguas dentro de casa puede traer mala suerte? Es una superstición popular. ¿Cuál es el origen de esta extraña creencia?
Abrir un paraguas en casa trae mala suerte: el origen de esta creencia
Aunque los paraguas se diseñaron para proteger de la lluvia, no pueden abrirse dentro de casa, sólo al aire libre. Hay muchas teorías sobre el origen de esta superstición, que prohíbe abrir un paraguas en casa.
En el antiguo Egipto, se respetaba al dios del Sol, por lo que si se abría un paraguas en casa, era señal de ofensa a la divinidad.
En la Inglaterra victoriana del siglo XVIII, los paraguas eran accesorios pesados y engorrosos. Si se dejaban abiertos en casa o en un pequeño rincón, podían resultar peligrosos con sus radios metálicos. Esta precaución se ha convertido en una auténtica superstición con el paso de los años.
Se ha arraigado la creencia de que abrir un paraguas en casa puede traer mala suerte. Así, al hacerlo dentro de casa, algo malo puede ocurrir. Pero eso no es todo.
Abrir un paraguas en casa puede atraer fantasmas y espíritus malignos, que a su vez provocan insomnio y otras molestias.
Sin embargo, una persona ha intentado mitigar esta superstición dominándola de una vez por todas.
Celebrando el Día Nacional del Paraguas Abierto en casa: la brillante idea para vencer la superstición
Esta idea de celebración es de Thomas Knibb, que vive en Maryland (EE.UU.). En 2003, se le ocurrió una estrategia práctica para superar esta curiosa creencia sobre los paraguas.
Eligió el 13 de marzo para celebrar el Día Nacional de Abrir un Paraguas en Interiores. Es un día extraño pero divertido en el que se invita a la gente a abrir un paraguas en casa.
Luego tienen que contar la historia de los acontecimientos clave del día. En otras palabras, ¿ha causado alguna desgracia abrir un paraguas en casa?
Se puede decir que este día puede tener efectos contradictorios. Si el objetivo es demostrar que abrir un paraguas en casa no puede tener efectos negativos, la superstición puede verse reforzada si la mala suerte golpea de repente después de la acción.