Evite dejar prendas lavadas dentro de la lavadora y cuélguelas para que se sequen tan pronto como finalice el ciclo de lavado del electrodoméstico. Esta fase es muy importante para facilitar la correcta limpieza de la prenda, dado que pasar demasiado tiempo en la lavadora sólo estimula el desarrollo de moho y por tanto favorece la aparición de malos olores y la desaparición evidente del olor al suavizante.
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No te dejes atrapar por las prisas de querer recoger la ropa tendida a secar con antelación. Muchas personas descubren que pueden recoger la ropa seca incluso si aún tienen algunas gotas de humedad. Esto definitivamente es destructivo para mantener el efecto del suavizante ya que, como se especifica en el método anterior, no hay nada peor para generar mal olor en una prenda de vestir que la presencia de humedad.
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Un pequeño truco casero consiste en añadir un ingrediente externo al procedimiento de lavado. Este elemento es el bicarbonato de sodio común y mezclado con la acción del suavizante contribuirá enormemente a amplificar el buen olor de tu ropa recién lavada.
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Un último consejo que no debe pasarse por alto en absoluto se refiere a la importancia de mantener la lavadora en óptimas condiciones. Si nuestro electrodoméstico está sucio o estropeado, cualquier intento de prolongar el efecto del suavizante será inútil ya que, como podrás imaginar, el problema no se soluciona de raíz. Por ello, realiza controles periódicos para verificar el funcionamiento de tu electrodoméstico y no olvides limpiarlo después de cada uso.