

Limpiar la casa no es divertido para nadie, pero
para algunas personas incluso menos porque las tareas domésticas diarias pueden provocar dolor de espalda.
De hecho, son muchas las personas que acaban teniendo dolor de espalda tras pasar un día limpiando la casa.
Si esto sucede, es probable que adoptes posiciones incorrectas de espalda y cuello mientras realizas las tareas del hogar.
Por lo tanto, es necesario actuar de inmediato y comprender qué posiciones deben modificarse para no tener más ese molesto dolor de espalda después de lavar el piso o planchar.
En este sentido, hoy queremos darte algunos consejos sobre cómo proteger tu espalda durante algunas tareas del hogar.
¡Veámoslos juntos!
NB Siempre le recomendamos que se comunique con su médico en caso de dolor de espalda u otras dolencias, para recibir una terapia adecuada.
Aspiradora y pisos
Si tienes dolor de espalda nada más terminar de pasar la aspiradora o fregar , es el momento de seguir algunos consejos para encontrar alivio y evitar que vuelva a ocurrir.
Estas actividades, de hecho, incluyen movimientos repetidos y requieren agacharse y doblarse sobre la espalda. Por lo tanto, es fácil sufrir dolor de espalda si no se asumen posiciones correctas durante estas actividades.
Para evitar dolores y tensiones en los músculos , te recomendamos mantener siempre la espalda recta y mover la cadera y los hombros según la dirección en la que te mueves.
Además, trate de pararse con frecuencia en lugar de agacharse. Por lo tanto, puedes pararte y dar un paso adelante con un pie y doblar ligeramente la rodilla para reducir el esfuerzo.
Por último, recomendamos utilizar aspiradoras que sean más ligeras y fáciles de sujetar.
Para la limpieza de suelos , puedes utilizar la misma técnica.
Además, le aconsejamos que no doble la espalda cuando tenga que enjuagar el trapo en el cubo, sino que baje hasta el nivel del cubo agachándose sobre una rodilla.
Fregar los platos
Lavar los platos y la espalda no combinan muy bien. ¡Más aún cuando hay tantos platos que lavar!
Por este motivo, para evitar dolores de espalda, intenta mantener una postura lo más erguida posible y no agacharte sobre el lavabo.
Además, recomendamos utilizar una alfombra acolchada debajo del fregadero para amortiguar el peso de los pies.
Cocinar y planchar
Cocinar y planchar pueden ser dos actividades que provoquen que estemos mucho tiempo de pie y por tanto, tensen la espalda.
Por este motivo, si experimentas dolor de espalda después de cocinar o planchar, significa que debes corregir la posición que asumes durante esta actividad.
Te aconsejamos no doblar la espalda y los hombros y no permanecer siempre en la misma posición. De hecho, intenta estirar las piernas y cambiar la posición de tus piernas.
De hecho, puedes mantener una pierna adelante y otra atrás y después de un rato cambiar. Además, intenta sentarte un poco si llevas mucho tiempo de pie.
Además, cuando planchas, puedes encontrar beneficios al llevar la tabla de planchar a una altura óptima para no tener que agacharte y arquear los hombros.
Levantar objetos del suelo
Incluso el simple hecho de levantar la tina de ropa puede causar dolor de espalda. Lo que causa dolor, de hecho, es el acto de levantar un peso y el movimiento de flexión para coger algo .
Por eso, intenta siempre doblar las rodillas. No arquees la espalda, intenta bajar con la espalda recta.
Sin embargo, si tiene que recoger los juguetes de los niños, intente gatear por el suelo mientras los recoge para evitar el movimiento repetitivo de flexión.
Con objetos pesados
Si tienes que cargar cajas de agua o cubos, te recomendamos levantar los objetos agachándote con las rodillas e inclinándote hacia adelante con la espalda recta en posición vertical.
Luego llevar el objeto en posición recta pegado al cuerpo y a la altura de la zona pélvica.
¿Y las superficies?
Por último, queremos darte otras sugerencias para limpiar correctamente algunas superficies.
Intenta siempre ajustar las superficies a tu altura y por tanto utiliza taburetes en caso de superficies más altas.
De hecho, puedes proteger tu espalda parándote frente a un mueble y limpiándolo con pequeños movimientos sin inclinarte hacia la derecha o hacia la izquierda.
Presta atención también a la posición de tus pies: deben estar rectos, al igual que tu espalda.
Advertencias
Te aconsejamos consultar a un médico en caso de dolor de espalda que no cesa aunque corrijas algunas posiciones incorrectas.
