A pesar de todo el esfuerzo que dedicas a limpiar durante horas y horas, tu casa no siempre está tan limpia como te gustaría…
¿Utilizas varios productos de limpieza pero no siempre obtienes los resultados que deseas?
¿Eres incapaz de limpiar rincones inaccesibles llenos de polvo?
Es hora de responder a todas estas preguntas con métodos caseros, sencillos, rápidos y económicos. Te serán de gran ayuda para remediar problemas que parecían imposibles de resolver.
Para ponerlos en práctica, necesitarás reunir algunas herramientas y objetos que seguro que tienes por casa. Y ¡listo!
Percha de nylon y calcetín
Hay ciertos lugares de la casa en los que es imposible quitar el polvo a menos que lo muevas todo de sitio. Son situaciones que pueden desanimar a la gente a la hora de hacer una limpieza a fondo.
Sin embargo, debes saber que es perfectamente posible limpiar todos los rincones de la casa, incluso los más recónditos. Entonces, ¿cómo deshacerse del polvo sin mover las cosas de sitio?
Basta con coger una percha muy fina y envolverla en un calcetín de nailon. A continuación, pase esta herramienta de bricolaje por las superficies inaccesibles. En una sola pasada, el polvo desaparecerá por completo.
Espuma de afeitar
Mucha gente no utiliza sus hornos a diario para evitar ensuciarlos. Pero nunca se le ocurriría utilizar este producto para mantener su horno como nuevo. De hecho, hay un producto muy útil en el cuarto de baño que se puede utilizar para que tu horno brille: la espuma de afeitar.
Para limpiar el cristal del horno, aplica un poco de espuma de afeitar sobre la superficie. Extiende bien el producto con un paño suave y empieza a hacer movimientos circulares.
En un abrir y cerrar de ojos, las incrustaciones y manchas desaparecerán y tu aparato quedará como nuevo. Repite la operación si es necesario.
Medio limón
Limpiar los recipientes no siempre es una tarea fácil. ¿Cómo puedes facilitarla? Necesitas medio limón.
Exprime unas gotas de su zumo en el recipiente con el cítrico y ciérralo. Después, agítalo enérgicamente y verás cómo el recipiente queda limpio en un solo movimiento. Increíble, ¿verdad?
Cola y detergente
Para conseguir un inodoro limpio, coge una botella de cola y vierte en ella una cucharada de detergente. Cierra la botella y agítala enérgicamente. A continuación, vierte la mezcla en una botella con pulverizador y empieza a rociarla sobre la superficie sucia del inodoro. Deja actuar un momento antes de fregar.
