¡3 sencillos consejos para descongelar la carne de forma saludable!

¿Tienes invitados de última hora para cenar? Que no cunda el pánico, sobre todo si el trozo de carne sigue congelado en el congelador.

Aunque un trozo de carne como la costilla tarde entre 12 y 24 horas en descongelarse, hemos ideado algunas soluciones rápidas y saludables que podrían salvarte la vida. ¡Prueba estos 3 métodos esenciales para descongelar la carne de forma saludable!

Mete la carne en la nevera

Para descongelar la carne de forma segura y saludable, basta con meterla en la nevera. Tienes que meter la carne congelada en la nevera durante un rato para que el hielo se derrita y la carne esté lista para cocinar.

Si es carne picada, la descongelación lleva menos tiempo, pero si es carne con huesos, deja pasar unas horas más.

Descongelar carne en el microondas

Esta es una técnica exprés para descongelar carne. Perfecta para trozos pequeños de carne, el microondas cocina el exterior de la carne pero el interior permanece crudo.

Puedes descongelar la carne en sólo unos minutos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que hay que empezar a cocinar inmediatamente después de la descongelación.

¿Cómo hacerlo? Saque la carne de su envoltorio y colóquela en un cuenco o plato lleno de agua apta para microondas. El recipiente servirá para proteger el alimento.

A continuación, ponga en marcha el microondas con la función de descongelación. La duración de esta operación depende del tamaño de la carne. Para ello, debes controlar la descongelación con regularidad.

Lo ideal es parar el aparato al cabo de dos minutos, observar el estado de la carne y volver a poner en marcha el microondas si aún no está completamente descongelada.

Descongelar la carne en agua

Comienza calentando el agua a 60 grados y apaga el fuego. A continuación, sumerja la carne en esta agua, bien envuelta en una bolsa de congelación, para descongelarla rápidamente. Puede tardar unos 10 minutos. El único inconveniente de este truco es que puede hacer que la carne quede menos tierna.

También puedes utilizar agua fría. Para ello, sumerge la carne en un recipiente con agua fría, sumergiéndola en el fondo del agua. Asegúrese de que la temperatura sea siempre fría. En cuanto al tiempo, depende del tamaño de la carne.