¡A quién no le encanta ver las hermosas flores de la orquídea durante la época de floración! La orquídea es una planta muy apreciada por su belleza, pero mucha gente es reacia a plantarla por sus elevados requisitos de cuidado.
Originaria de países tropicales, esta planta se distingue por sus innumerables especies y variedades. La más conocida y extendida es la orquídea Phalaenopsis, famosa por sus grandes hojas y sus flores en forma de mariposa.
En ciertas épocas del año, cuando las temperaturas son suficientemente altas, su planta puede parecer débil y casi cansada. Sus hojas tienden a caer y las flores que aún quedan se marchitan rápidamente.
¿Cómo puede recuperar su orquídea? Aquí tienes una serie de consejos infalibles que puedes poner en práctica de inmediato.
Riégala bien
El primer paso para recuperar una orquídea debilitada por el calor es regarla bien.
Coge tu orquídea y sumérgela en un barreño o fregadero lleno de agua. En este punto, el agua debe alcanzar aproximadamente 1/3 de la altura de la maceta.
Deje la maceta dentro entre 20 y 25 minutos. Durante este tiempo, a través de los agujeros de drenaje del fondo de la maceta, la planta absorbe una gran cantidad de agua para mantenerse húmeda.
Poda del tallo
Por regla general, el tallo de una orquídea debe podarse a principios de otoño, cuando ya no tenga flores. Más concretamente, cuando la planta esté a punto de entrar en el periodo de reposo vegetativo.
Durante los meses fríos, la planta generará un nuevo tallo del que nacerán otros brotes en primavera.
Sin embargo, si la planta está muy debilitada por el calor, puede retirar el tallo floral ahora mismo. De este modo, la orquídea tendrá menos elementos y podrá gastar su energía en garantizar la salud de las hojas y del resto de la planta.
Abonar con un fertilizante energético
Si ha dejado de abonar su orquídea porque pensaba que ya había pasado el pico de calor, ha tomado una decisión equivocada.
Cuando la orquídea se marchita por las altas temperaturas, nada mejor que reforzarla con un abono energético.
Para ello, administra una dosis del abono que utilices normalmente en marzo para ayudar a la planta a reanudar su crecimiento. Utiliza la fórmula 30:10:10 (N:P:K), es decir, 30 partes de nitrógeno, 10 de fósforo y 10 de potasio.
Este abono proporciona a tu planta una fuerte dosis de energía. Es el impulso que necesita para volver a estar en forma rápidamente y resistir los últimos días de calor.