Castañas en la lavadora para ahorrar dinero: he aquí por qué conviene hacerlo en otoño.
Las castañas son frutos de otoño que se pueden consumir de muchas formas y que desprenden un sabor muy específico y característico que nos recuerda a la época en la que estaban disponibles comercialmente.
Suelen venderse con su concha, pero sin la concha espinosa que las contiene, aunque en ocasiones algunos comerciantes también venden esta concha espinosa, o ya peladas y listas para comer.
CASTAÑAS: POR QUÉ DEBERÍAS PONERLAS EN LA LAVADORA EN OTOÑO
Especialmente en otoño, en muchas ciudades es posible encontrar a un vendedor asando castañas en su olla adecuada o sobre brasas adecuadas, y se puede oler su típico olor en el aire.
Sin embargo, estos frutos no deben confundirse con las castañas, que son muy parecidas a ellas. La diferencia radica en el tamaño y la forma. Mientras que las castañas son redondeadas y más grandes, las castañas son más pequeñas y de forma irregular.
Esto se debe a que luchan por el espacio dentro de la cáscara espinosa, provocando que las castañas queden aplastadas sin que exista ningún tipo de uniformidad en su redondez, a diferencia de las castañas.
Aunque las utilizamos para el consumo, las castañas también pueden resultar muy útiles a la hora de lavar la ropa, aunque pueda parecer muy extraño.
De hecho, echar tres castañas a nuestra lavadora mientras la lavamos puede hacer que nuestra ropa quede más perfumada y suave, además de absorber toda la humedad de nuestras prendas.
Además, también se pueden utilizar como detergentes, ahorrándonos dinero al evitar adquirir productos con componentes químicos que pueden ser perjudiciales para la salud.
Para ello, debemos extraer de nuestras castañas una sustancia que está presente en todos los detergentes disponibles en el mercado, la saponina, que también se encuentra en algunas plantas y otros ingredientes.
La saponina, que actúa como tensioactivo, elimina la suciedad, la grasa y las manchas de nuestra ropa y para hacer un detergente a partir de castañas podemos hacer lo siguiente.
El detergente natural
Coger 5 o 6 frutas y, después de colocarlas sobre un paño de cocina, triturarlas con un martillo hasta que queden trituradas en trozos pequeños, luego ponerlas en una batidora hasta obtener un polvo.
Poner el polvo de castañas en un bol y añadir 200 ml de agua tibia, dejar reposar unos 30 minutos. De esta forma, las castañas tenderán a liberar la saponina de su interior.
Cuanto más fino es el polvo y más caliente el agua, más rápido se libera la saponina y el tiempo de espera puede reducirse incluso a tan solo 10 minutos.
Pasado este tiempo, cuela la mezcla por un colador y obtendrás un líquido de apariencia muy similar a la leche o nata, tendiendo a ser de color amarillento debido al color de la fruta.
Luego se debe añadir esta mezcla progresivamente al tambor de la lavadora, según las operaciones de lavado, y utilizarla como detergente para obtener prendas perfectamente limpias y sin ningún rastro de suciedad.
Para conseguir también un aroma embriagador, a esta mezcla se le pueden añadir aceites esenciales, según las preferencias personales, y tendrás un detergente para ropa casero, eficaz y sin químicos.
Para conservarlo podemos meterlo en una botella de cristal y conservarlo en el frigorífico un máximo de siete días. Pasado este tiempo es posible que nuestra mezcla ya no sea efectiva.