
El frigorífico es quizás el electrodoméstico más importante que tenemos en casa y explicar por qué es realmente superfluo. Mantenerlo limpio y libre de malos olores debe ser un objetivo prácticamente diario y hoy veremos cómo hacerlo de la mejor manera. En particular, nos centraremos en las manchas y halos amarillos que, en ocasiones, parece que no quieren desaparecer en absoluto.

Fundamental es la palabra que mejor describe el refrigerador. Pero como cualquier electrodoméstico, y quizá más aún, éste necesita un mantenimiento y sobre todo una limpieza regular y constante . Al fin y al cabo, dentro de él está nuestra comida y nuestra salud debe estar siempre en primer lugar.
Puede ocurrir que un resto de comida, una fruta o cualquier otro plato se estropee y, en ese mismo momento, libere gérmenes y bacterias que minan la higiene del frigorífico y corren el riesgo de contaminar todos los buenos productos que allí hay. Peor aún, cuando aparecen esas molestas manchas amarillas en las paredes o estantes del refrigerador que simplemente no desaparecen.

Para hacerlas desaparecer en muy poco tiempo, sin apenas esfuerzo y sobre todo gastando casi nada en cuanto a dinero, entran en juego algunos productos que ya tenemos en casa y que son fenomenales a la hora de limpiar, blanquear, desinfectar y desodorizar. Estamos hablando de bicarbonato de sodio y vinagre blanco .
Como ya hemos comentado, el esfuerzo será mínimo, basta con mezclar un par de cucharadas de bicarbonato en un vaso de agua caliente, o bien rociar vinagre puro directamente sobre la mancha. Tras dejarlos actuar unos minutos, podemos frotar con un cepillo de dientes viejo, o con una esponja, y veremos el interior del frigorífico brillar de nuevo como si fuera nuevo.
Limpieza pero no solo, pues como ya hemos mencionado estos dos productos son excelentes para eliminar cualquier mal olor que se haya podido generar en el interior del frigorífico. En resumen, estamos hablando de un truco que definitivamente debes probar.