Un router Wi-Fi es una de las instalaciones domésticas imprescindibles, sobre todo para quienes trabajan desde casa. Sin embargo, nunca es inmune a las ralentizaciones o a la falta de rendimiento en determinados momentos. Si esto ocurre, la causa puede estar en la ubicación. A partir de ahora, evite colocarlo en esta ubicación, ya que ralentiza su rendimiento a la vez que aumenta el coste de la factura.
Router Wi-Fi: evite a toda costa esta ubicación para evitar facturas elevadas
Enfrentado a una conexión lenta y frustrante, te has quejado al servicio de atención al cliente una y otra vez, pero sin resultado?
El problema podría ser que tu router está en el lugar equivocado. De hecho, este detalle puede influir en la calidad de tu conexión.
Para ser precisos, este aparato envía señales hacia abajo. Lógicamente, para conseguir una mejor conexión, deberías colocar el router en alto, sobre una estantería o un mueble, por ejemplo.
También es fundamental mantener el router alejado de otros aparatos electrónicos y objetos metálicos.
Sobre todo en el caso de los microondas, que emiten una señal de 2,4 GHz, la misma banda que el router.
A la hora de ajustar las antenas, apunta cada una en direcciones opuestas para cubrir varias zonas de la casa.
¿Qué relación hay entre el Wi-Fi y la factura?
Ten en cuenta que los routers más modernos pueden consumir hasta 10 vatios por hora. Con el aumento del coste de la energía, podrías estar gastando hasta 50 euros al año.
Limita el uso a cuando lo necesites, por ejemplo, cuando estés trabajando o viendo la tele. Cuando estés fuera de casa o no lo uses por la noche, recuerda desenchufarlo por tu salud y la de tu cartera.