Salvo mal tiempo o mucha contaminación, ventilar la casa es saludable para nuestro organismo. Evita la formación de humedad y, por tanto, moho en el hogar, que como bien sabemos, es muy perjudicial.
Además, te permite expulsar los malos olores , especialmente los provenientes del baño y la cocina. No menos importante es el hecho de que respiramos aire fresco, con efecto tonificante .
Ventilar la casa sin perder demasiado calor
Los gérmenes y bacterias , lamentablemente, invaden nuestras habitaciones, empezando por los ácaros . El cambio nos protege de dolencias estacionales, como resfriados, tos y fiebre. En las últimas semanas la gripe está muy extendida y aquí es necesario refutar un tópico.
Aunque la mayoría de la gente está convencida de lo contrario, pasar día y noche atrincherados entre cuatro paredes resulta ser una conducta nociva.
Evidentemente, antes de poner un pie en la puerta será buena idea cubrirse lo suficiente, con un bonito abrigo, una bufanda y, por qué no, un sombrero. Una vez elegida la ropa adecuada, es muy recomendable dar un agradable paseo .
El movimiento nos ayudará a fortalecer nuestras defensas inmunes , que están sometidas a mucha presión. Es necesario contar con buenos anticuerpos para responder eficazmente a la acción agresiva de los virus.
Lo cierto es que tenemos que pasar varias horas en nuestros hogares. De ahí la importancia de adoptar precauciones válidas para respirar un clima saludable , incluida ventilar la casa, sin dispersar todo el calor.
También están en juego nuestras facturas , que ahora se han disparado. Es importante elegir el momento y la forma adecuados.
Los expertos recomiendan optar por intervalos cortos pero bastante frecuentes : aperturas de unos 10 minutos tres o cuatro veces al día. El horario ideal es a primera hora de la mañana, sobre las 7.00 u 8.00 horas, o bien entrada la noche, después de las 22.00 horas, ya que la contaminación exterior será menor que en la parte central del día, cuando el tráfico es intenso, especialmente en las ciudades.