Todos sabemos que la limpieza en casa es, sin duda, una parte fundamental de nuestra rutina diaria. Cada persona tiene sus propias técnicas y secretos que utiliza para realizar las tareas diarias del hogar de la forma más eficaz.
Sin embargo, no debemos olvidar que existen algunos pequeños consejos que pueden facilitar aún más estos trámites.
En la web es posible encontrar trucos de todo tipo que regulan prácticamente todos los ámbitos posibles de la limpieza doméstica y hoy queremos tratar un tema sin duda fundamental… las esponjas de limpieza.
Ya sea que se utilicen en la cocina o en otras áreas de la casa, estas útiles herramientas, debido al uso continuo al que están sometidas, acumulan cantidades considerables de gérmenes y bacterias y debido a la humedad también pueden ver la proliferación de moho y hongos.
Para eliminar este molesto inconveniente y evitar tener que comprar una esponja nueva cada pocos días, aquí tienes un fantástico consejo que cambiará totalmente tu forma de limpiar. El truco en cuestión consiste en utilizar un ingrediente sencillo, normalmente presente en todos los hogares: la lejía.
Todo lo que necesitas hacer es verter aproximadamente 3/4 de taza de lejía en un litro de agua. Una vez mezclados bien los ingredientes solo queda remojar los bizcochos en la mezcla y dejar actuar todo durante nada menos que cinco minutos.
Una vez pasado el tiempo necesario solo queda secar con abundante agua para eliminar posibles restos de lejía. Además de este método súper eficaz, que es capaz de eliminar el 99,9% de los gérmenes y bacterias, es posible utilizar otros métodos igualmente eficaces.
Entre los más efectivos está el del horno microondas; basta con introducir la esponja sumergida en agua en un recipiente y hacer funcionar el aparato a máxima potencia durante aproximadamente un minuto.
El lavavajillas también es una herramienta ideal para este tipo de limpieza y simplemente deberá agregarse a una carga de lavado normal y, si es posible, utilizando la configuración de “secado calentado”.
Evidentemente no puede faltar el vinagre, capaz de eliminar el 99,6% de los gérmenes y bacterias. Para utilizar este método, simplemente sumerge la esponja en un recipiente lleno de vinagre blanco y déjala actuar al menos 5 minutos antes de enjuagar con abundante agua.