Las tareas domésticas abarcan desde la limpieza de la cocina hasta la desinfección de los inodoros y la limpieza de los cristales de las ventanas. Cuando se trata de limpiar ventanas, el polvo y la suciedad pueden acumularse rápidamente porque las ventanas están en contacto con el mundo exterior.
Y a pesar de limpiarlas con regularidad, los resultados no siempre están a la altura de sus expectativas. Para echarte una mano con la limpieza de ventanas, hemos seleccionado estos 3 consejos fiables para tener unas ventanas limpias y relucientes.
Vinagre blanco: el aliado perfecto para el mantenimiento del hogar
El vinagre blanco es tu aliado número uno a la hora de limpiar tu hogar. Por eso no puede faltar en su armario. Fácil de usar, respetuoso con el medio ambiente y, sobre todo, barato, el vinagre blanco es el ingrediente clave de muchos de los trucos de la abuela, todos ellos de gran éxito.
He aquí cómo limpiar los cristales. Mezcla en un recipiente un vaso de vinagre blanco con dos vasos de agua tibia. A continuación, llena un pulverizador con la mezcla. Pulveriza las superficies a limpiar y luego pasa un paño de microfibra.
Zumo de limón: ideal para limpiar superficies de cristal
Los trucos a base de productos naturales están de moda. Es la nueva tendencia para dejar atrás los productos químicos que sólo dañan el medio ambiente. Para limpiar eficazmente tus superficies de cristal, puedes optar por el limón, conocido por sus propiedades limpiadoras y desengrasantes.
El principio es muy sencillo: coge un recipiente con dos vasos de agua caliente y añade el zumo de un limón. Mézclalo bien y llena el pulverizador con esta solución. Pulveriza los cristales y espejos con esta mezcla. Termina con un paño de microfibra para eliminar la suciedad y el polvo.
Papel de periódico: el producto imprescindible para una limpieza impecable
¿Quién no ha oído hablar del truco de la abuela con papel de periódico? Una vez que has terminado de leer los periódicos, ¡no es cuestión de tirarlos! Nuestras abuelas les daban una segunda oportunidad a la hora de limpiar, ya que no dejan rastros ni residuos en los cristales.
Sólo necesitas un pulverizador lleno de agua y papel de periódico. Rocía los cristales y sécalos con el periódico. Los resultados serán impresionantes.